• La asociación mayoritaria de la Guardia Civil y el sindicato policial han movilizado a más de un centenar de agentes, en las puertas de Fibes, el palacio de ferias y congresos de Sevilla, donde estos días está teniendo lugar la Cumbre de la ONU.
• Denuncian las injustas desigualdades salariales y estructurales que sufren respecto a los cuerpos policiales locales y autonómicos, pese a hacer el mismo trabajo y asumir más competencias.
• Ernesto Vilariño: “La equiparación salarial está en punto muerto; Marlaska no se sienta a negociar y no hay voluntad política para situar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al nivel del servicio que se nos presupone”.
30 de mayo de 2025. JUCIL, asociación mayoritaria en la Guardia Civil, y el sindicato policial JUPOL, han concentrado esta mañana en Sevilla a más de un centenar de agentes procedentes de diferentes puntos del país en protesta por las desigualdades que sufren las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado frente a otros cuerpos policiales locales y autonómicos.
Esta movilización se produce a las puertas de la Cumbre de la ONU, que ha reunido en la capital hispalense a 20.000 representantes de 150 países y que cuenta precisamente con un despliegue policial histórico en la ciudad con más de 7.200 agentes.
Ernesto Vilariño, secretario general de JUCIL, lamenta que “lo que está pasando estos días aquí es el claro exponente de nuestro problema, con unas desigualdades abismales. Los guardias civiles cuentan con unas dietas que no se han modificado desde hace 23 años, y que asciende a 28 euros diarios para manutención, mientras que a los policías locales les retribuirá diariamente con entre 600 y 720 euros. Y no todas las cajas pagadoras de las comandancias han podido adelantar el dinero para esto y el alojamiento.
Laura García, portavoz nacional de JUPOL, añade “que se conoce desde hace meses la fecha de la Cumbre y la improvisación sistemática del Ministerio del Interior hace que haya compañeros que estén alojados a una hora y media, por lo que sus servicios se alargan hasta tres horas más”.
Para Vilariño es absolutamente “despreciable” el trato que se nos da y la grave situación de abandono que sufrimos. A pesar de las subidas salariales efectuadas en hace cinco años, las diferencias retributivas con respecto a otras policías siguen aumentando, lo que demuestra que la equiparación sigue estancada y lejos de solucionarse.
“La situación actual no se corresponde con el nivel de exigencia que se nos impone. Se nos requiere ser la policía mejor preparada, pero se nos trata como un cuerpo de segunda. Esto es una desmantelación encubierta”.
Las promesas del Gobierno han quedado en papel mojado. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se ha sentado en ningún momento con representantes de la Guardia Civil ni de la Policía Nacional para negociar una solución real y definitiva. La ausencia de diálogo y de voluntad política pone en evidencia el abandono institucional hacia quienes garantizan la seguridad en todo el territorio nacional.
Además de la brecha salarial, JUCIL denuncia una creciente desprotección jurídica en el ejercicio de nuestras funciones, la falta de respaldo institucional ante agresiones, amenazas y campañas de desprestigio contra los agentes y el déficit de personal, agravado por una oferta de empleo público que apenas cubre la mitad de las necesidades de reposición. A ello se suma la obsolescencia de infraestructuras y falta de medios materiales, lo que dificulta gravemente el cumplimiento del servicio en condiciones adecuadas
Por último, JUCIL considera también una “negligencia” la congelación del presupuesto destinado a la Guardia Civil por parte del Ministerio del Interior, y que ha llevado entre otras cosas a una nefata gestión de la caja que ha impedido el pago adelantado de dietas a los agentes comisionados.