El pasado día 12 tuvo lugar un nuevo Pleno del Consejo de la Guardia Civil sin la presencia del Ministro del Interior, D. Fernando Grande-Marlaska presidente del Consejo, quien ha una vez más, ha delegado la presidencia en la Directora General de la Guardia Civil. La sesión ordinaria del pleno ha comenzado con una intervención por parte de la Directora General por la que ha realizado una exposición indicando en primer lugar, su predisposición al dialogo con las asociaciones y, en segundo lugar, ha querido dejar constancia de lo que a su parecer, es el ruido que se está realizando en torno a la UCO y la institución. Manifiesta que ella ha defendido de manera pública no solo a la UCO sino también a la propia Guardia Civil. A juicio de esta asociación profesional, Justicia Guardia Civil (JUCIL), sus declaraciones han estado muy alejadas de lo que debe ser una firme defensa de la institución y de sus miembros.

El creciente hartazgo y malestar que se refleja a diario entre los guardias civiles ha llevado a esta asociación a tomar la decisión de solicitar a la Presidencia de la Mesa del Pleno, autorización para ausentarnos del mismo en señal de protesta. Esta acción simboliza el mismo sentimiento de abandono y frustración que miles de guardias civiles experimentan a diario.

En nuestra primera intervención queremos transmitir a la Presidencia del Pleno y a todos los asistentes el siguiente mensaje: “El principal problema que tiene la Guardia Civil es la falta de apoyo explícito por parte del Gobierno. Muchos guardias civiles nos sentimos desamparados en el ejercicio de nuestras funciones las cuales son fundamentales para la defensa y protección de los derechos de los ciudadanos. No solo pedimos un respaldo público, sino también los medios adecuados para cumplir con nuestra misión.”

Acto seguido, y tras haber realizado la correspondiente solicitud, los vocales de JUCIL se ausentan del Pleno, a pesar de estar prevista la respuesta a diversas cuestiones planteadas por esta asociación, entre ellas las relativas a los presupuestos destinados a la UCO en los últimos años, así como la licitación que deja sin munición necesaria a los guardias civiles.

Ambas preguntas han sido formuladas en exclusiva por JUCIL, y, pese a que podrían haber sido contestadas en esta sesión y desconociendo si habríamos tenido la respuesta solicitada, no ha impedido que tomáramos la difícil decisión de mostrar nuestra frustración de la única manera posible que disponemos en la actualidad, debido a las limitaciones del sistema de funcionamiento del Consejo.

Paralelamente, desde JUCIL se había convocado una concentración a las puertas de la Dirección General de la Guardia Civil, donde se ha exigido una defensa firme y sin complejos de nuestra institución y en especial de la UCO, la cual está siendo atacada y se está poniendo en duda su imparcialidad, independencia, rigor, entrega y profesionalidad desde distintos ámbitos sin una defesa clara y concisa del trabajo que realizan nuestros compañeros a diario por parte de la Administración y a la cual, desde esta asociación profesional defenderemos y mostramos nuestro apoyo público sin fisuras, al igual que reivindicamos los derechos socio laborales básicos de los guardias civiles que, a día de hoy, siguen siendo sistemáticamente ignorados por la administración.

Entre ellos, destacamos la necesidad urgente de una equiparación salarial real, el reconocimiento de la profesión de riesgo para todo el personal del Cuerpo sin distinciones, la implantación de un sistema de turnos 6×6 solicitada por JUCIL desde su llegada al Consejo que permita la conciliación familiar y una jornada laboral justa. Necesitamos una protección jurídica y apoyo institucional claro, denunciamos una preocupante falta de personal y de medios materiales, tanto colectivos como individuales, por los cuales se dificulta el mandato constitucional y legal que tenemos los guardias civiles para con los ciudadanos.

La difícil decisión de levantarnos del Pleno es consecuencia directa del hartazgo generalizado de los guardias civiles, que ven cómo sus demandas y necesidades son una y otra vez ninguneadas e ignoradas. A pesar de los esfuerzos constantes por parte de JUCIL para lograr avances en materia de las condiciones laborales, derechos, conciliación y dignidad profesional, entendemos que la actitud de la Dirección General y la administración es de clara indiferencia hacia las condiciones sociolaborales de los guardias civiles.

El supuesto impulso al diálogo, expuesto por la Directora, se ha materializado únicamente en la creación de un nuevo grupo de trabajo sobre la jornada laboral, por el que se ha reiterado la solicitud de propuestas, como si no existiera ya un trabajo previo y documentado sobre el tema. El estancamiento, la falta de voluntad política y el desprecio a las legítimas reivindicaciones del colectivo han hecho necesaria esta medida.

En JUCIL denunciamos, una vez más, la discriminación generada con la reciente declaración de profesión de riesgo a través de una sentencia del Tribunal Supremo y no como voluntad de la administración. Mencionada sentencia limita la profesión de riesgo únicamente al personal del Régimen General de la Seguridad Social y deja fuera de ese reconocimiento a los guardias civiles que pertenecen a las Clases Pasivas, originando así una división inaceptable entre compañeros y dando pie a la existencia de guardias civiles de primera y de segunda categoría.

Además, nos enfrentamos a una plantilla insuficiente, con personal exhausto ante la ausencia de turnos y sin medios suficientes para realizar un trabajo que exige entrega, profesionalidad y sacrificio ante una situación delincuencial cada vez más violenta y con mejores y más modernos medios que los guardias civiles, los cuales, son los garantes de la seguridad de los ciudadanos. El proyecto de la equiparación salarial se encuentra estancado y mientras, se siguen hurtando derechos básicos del colectivo que conforma la Guardia Civil.

En lo que se refiere a la declaración de Cataluña y Cádiz como Zona de Especial Singularidad, solo obtenemos el silencio por respuesta y, además, estamos sentenciados a ver como se desmantela de manera soterrada el cuerpo de la Guardia Civil sin que ninguna administración dé ningún paso al frente para evitarlo.

JUCIL reitera su firme compromiso con todos los guardias civiles y con la institución a la que representamos pese a las trabas que supone la falta de dialogo. Esta acción no es una muestra de abandono o desinterés, sino un paso firme hacia adelante en defensa de los derechos y dignidad de todos los Guardias Civiles.

Por último, decir que tendemos la mano a todas las asociaciones profesionales para trabajar en unidad de acción, dejando a un lado cualquier diferencia.

Es el momento de pensar en los guardias civiles y en la Guardia Civil.

No es cuestión de siglas, es cuestión de seguir luchando juntos por los compañeros y compañeras que depositan su confianza en todos nosotros para defender lo que es justo.

JUCIL no se rinde. La Guardia Civil tampoco.

Viva la UCO
¡Viva la Guardia Civil!

JUCIL protege a quien nos protege