La asociación denuncia descoordinación y falta de efectivos en las zonas más afectadas por la riada

Valencia, 15 de enero de 2025 – JUCIL ha solicitado, en un escrito a la Directora General de la Guardia Civil, la apertura de una investigación para esclarecer la gestión de la Guardia Civil en la Comunidad Valenciana durante los primeros días de la DANA que azotó la región a finales de octubre de 2024. Según denuncian numerosos asociados, la falta de coordinación y la inacción de los mandos generaron una gran frustración entre los agentes, impidiendo que se desplegaran los recursos necesarios en las zonas más afectadas por las inundaciones.

“Desde el primer momento, la Central Operativa de Servicios no dejó de emitir avisos a las patrullas de las áreas más perjudicadas por el temporal, mientras el resto de unidades permanecían sin tareas asignadas y sin órdenes claras de desplazamiento a los puntos críticos. Vimos a guardias civiles dispuestos a ayudar, que escuchaban impotentes cómo la situación empeoraba sin que se movilizaran refuerzos”, explicaba Ernesto Vilariño, Secretario General de JUCIL.

JUCIL también ha denunciado que, pese a que se instó a los agentes a renunciar a permisos y descansos para reforzar el operativo de emergencia, finalmente estos efectivos no fueron utilizados adecuadamente.

“El 30 de octubre se pidió a los guardias civiles que se ofrecieran voluntarios para acudir a la zona afectada. Muchos compañeros respondieron con generosidad, dejando a un lado su conciliación familiar, pero de las siete patrullas adicionales formadas en la Compañía de Sagunto, solo una se desplazó a la zona damnificada”, afirmaba Vilariño.

Esta falta de efectivos en los puntos más críticos contrastó con escenas de ciudadanos organizando sus propios turnos de vigilancia ante el temor a saqueos y con personas en situación de emergencia sin acceso a medicamentos esenciales.

“Mientras en los medios de comunicación los vecinos clamaban por la presencia de más guardias civiles, compañeros de otras provincias se ofrecían voluntarios sin que se les diera ninguna respuesta“, comentaba Vilariño.

A todo ello se suma la orden de desalojo del acuartelamiento de Utiel. Según JUCIL, los agentes que residían en el cuartel fueron informados de que debían abandonarlo sin previo aviso. Finalmente, y gracias a la presión ejercida, la orden fue revocada después de que un técnico determinara que el desalojo no era necesario.

Además, los agentes de la Agrupación de Tráfico desplegados en Valencia para labores relacionadas con la DANA fueron desviados a la realización de controles de radar. “Resulta vergonzoso que, en lugar de estar ayudando a las víctimas de las inundaciones, se destinara a estos guardias civiles a tareas de recaudación“, denunciaba Vilariño.

Ante esta situación, JUCIL exige que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes para determinar la responsabilidad de los mandos en la gestión del operativo de emergencia.

“No podemos permitir que decisiones erróneas, falta de coordinación y órdenes ilógicas hayan impedido que la Guardia Civil desempeñe su labor de auxilio. Nuestros compañeros no querían otra cosa que hacer su trabajo, que es ayudar a los ciudadanos“, finalizaba Vilariño.