La Guardia Civil ha perdido 495 efectivos, un 31,65% más que en el mismo periodo del año anterior

Madrid, 11 de septiembre de 2024 – JUCIL ha denunciado la alarmante reducción de efectivos en la Guardia Civil, que se ha agravado en el segundo trimestre de 2024.

Según los últimos datos, entre abril y junio de este año, la Guardia Civil ha perdido 495 efectivos, un 31,65% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando la pérdida fue de 376 efectivos.

Esta tendencia refleja un preocupante descenso en las cifras de personal y pone de manifiesto la insuficiencia de la Oferta de Empleo Público, la cual no está logrando cubrir las necesidades operativas del cuerpo ni garantizar la seguridad de los agentes y la ciudadanía.

“La realidad es que estamos perdiendo efectivos a un ritmo alarmante. La Oferta de Empleo Público actual es irrisoria y no cubre ni de lejos las necesidades reales del cuerpo. No solo estamos viendo cómo disminuyen las cifras, sino que además contamos con una plantilla envejecida, con una media de edad preocupantemente alta. En los próximos siete años, alrededor de 27.000 guardias civiles pasarán a la reserva, lo que agravará aún más la situación si no se toman medidas inmediatas”, explicaba Ernesto Vilariño, Secretario General de JUCIL.

Las cifras revelan que el 1 de junio de 2023 había 80.140 efectivos en servicio, mientras que para la misma fecha de 2024, el número ha descendido a 80.081, un indicativo claro de la falta de reposición de personal.

Además, JUCIL denuncia que muchos guardias civiles tienen que recorrer distancias de hasta 70 kilómetros para recoger a sus compañeros y formar patrullas mixtas. Esta falta de personal repercute en la efectividad de las operaciones y pone en riesgo la seguridad de los propios agentes.

Desde JUCIL se ha hecho un llamamiento a las autoridades para que se revise y refuerce la plantilla de la Guardia Civil antes de que la situación se vuelva insostenible, con el fin de garantizar la seguridad en todo el territorio español y ofrecer a los agentes las condiciones laborales que merecen.

“La falta de personal compromete tanto la seguridad de los ciudadanos como la de los propios agentes. Es esencial que se tome en serio esta problemática y se amplíe la plantilla de manera acorde con la realidad delictiva actual”, finalizaba Vilariño.