La asociación traslada la sobrecarga de tareas en los servicios de puertas, que impide una vigilancia segura y continua

Madrid, 3 de junio de 2025 – JUCIL ha registrado una queja formal ante el Defensor del Pueblo para advertir sobre la situación que se vive en numerosos acuartelamientos de la Guardia Civil, donde un solo agente asume simultáneamente todas las funciones del servicio, incluida la vigilancia de detenidos.

El escrito denuncia que, en el turno habitual de “puertas”, el guardia civil es responsable al mismo tiempo de tareas como el control de accesos, atención al ciudadano, recepción de denuncias, gestión de llamadas y, además, la custodia de personas privadas de libertad. Esta carga desproporcionada de trabajo impide garantizar una vigilancia continua y eficaz, generando un grave riesgo para la integridad de los detenidos.

Desde JUCIL se alerta de que esta práctica no solo compromete la seguridad de los propios agentes, sino que podría derivar en situaciones críticas, como intentos autolíticos no detectados, altercados o negligencias por falta de supervisión.

Además, no existe un protocolo que especifique el número mínimo de agentes que deben custodiar a un detenido, lo que agrava la indefinición operativa y deja a criterio de cada unidad el dimensionamiento de este servicio esencial.

Por todo ello, JUCIL ha solicitado que se establezcan directrices claras para garantizar que siempre haya, como mínimo, un guardia civil asignado exclusivamente a la custodia de detenidos cuando estos se encuentren en los calabozos.

Por todo ello, JUCIL ha solicitado al Defensor del Pueblo que se establezcan directrices claras para garantizar que, cuando exista una persona detenida en un acuartelamiento, haya asignado al menos un guardia civil cuya función específica durante toda la jornada sea la custodia y vigilancia permanente del detenido, con el fin de asegurar su integridad física en todo momento.