
JUCIL denuncia la eliminación del temario impreso en la formación de suboficiales de la Guardia Civil
La asociación alerta sobre los perjuicios en el aprendizaje y los riesgos laborales del uso prolongado de pantallas
Madrid, 25 de marzo de 2025 – JUCIL ha trasladado a la Dirección General de la Guardia Civil las numerosas quejas de los afiliados debido a la reciente eliminación del temario impreso en la formación para el acceso a la escala de suboficiales. En su lugar, el material se proporciona exclusivamente en formato digital (PDF), obligando a los alumnos a asumir los costes de impresión si desean estudiar en papel.
Desde JUCIL denuncian que esta decisión afecta a la calidad del aprendizaje e incumple la normativa en materia de prevención de riesgos laborales.
“Existen estudios que demuestran que el aprendizaje con material en papel es más profundo y eficaz en comparación con el digital. Además, la memoria visual juega un papel fundamental en la asimilación de conocimientos. Esta imposición del formato digital supone un perjuicio evidente para los alumnos”, explicaba Melisa Carmona Velasco, Secretaria Nacional de Suboficiales de JUCIL.
Asimismo, la asociación destaca que la dependencia del material en PDF convierte a los alumnos suboficiales en usuarios de pantallas de visualización de datos, lo que los hace sujetos a la normativa establecida en el Real Decreto 488/1997 sobre seguridad y salud en el trabajo con equipos informáticos.
“Los suboficiales pasan largas horas frente a una pantalla, tanto en clase como en su tiempo de estudio, lo que conlleva riesgos ergonómicos que deben ser evaluados”, subrayaba Carmona.
Ante esta situación, JUCIL exige que se restituya el temario en papel, garantizando que los alumnos no deban costearlo de su bolsillo. En caso contrario, reclaman la adecuación del mobiliario de estudio para evitar problemas de salud derivados del uso prolongado de pantallas, proporcionando sillas ergonómicas y reposapiés conforme a la normativa vigente.
Además, JUCIL considera fundamental la realización de una evaluación de riesgos laborales para este grupo de alumnos, asegurando que se adopten medidas preventivas adecuadas y que se informe a la asociación sobre cualquier inspección ya realizada.
“Resulta incomprensible que se prive a los alumnos de un material esencial para su formación y que, al mismo tiempo, no se tomen medidas para minimizar los riesgos derivados del uso de pantallas. Si no se facilita el temario en papel, al menos deben garantizarse condiciones óptimas para su estudio, lo que implicaría una inversión en mobiliario ergonómico que, probablemente, resultaría más costosa que la impresión de los manuales”, finalizaba Carmona.





