JUCIL pide que una calle recuerde en Oviedo el sacrifico de Dámaso Guillén, que murió hace un año y evitó el atropello de unos ciclistas
El secretario general de la asociación profesional, Ernesto Vilariño, ha dirigido una carta al alcalde de la capital asturiana con el objetivo de que se ofrezca un homenaje a nuestro compañero de la agrupación de tráfico, muerto atropellado hace ahora un año y que interpuso su moto y su propio cuerpo para impedir que un vehículo arrollara a varios menores participantes en una prueba deportiva
JUCIL se dirigirá también a los parlamentarios autonómicos de Asturias para que el parlamento de esta comunidad autónoma reconozca a los guardias civiles y a los policías nacionales como una profesión de riesgo
Su sacrificio evitó muchas muertes ese día. Dámaso Guillén falleció hace ahora un año tras ser arrollado por un vehículo cuyo conductor huía de una refriega a toda velocidad por las carreteras de la comunidad asturiana. Guillén no dudó en colocar su motocicleta y su propio cuerpo como barrera para impedir que los menores que participaban en una prueba ciclista fueran atropellados por ese automóvil. Su heroica acción le costó la vida y la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) espera que el Ayuntamiento de Oviedo, ciudad de la que era vecino, ofrezca un homenaje a nuestro compañero fallecido: dar nombre a una de las vías del callejero ovetense.
JUCIL ha dirigido una carta al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, en la que solicita que se designe a una calle del municipio con el nombre de Guillén, el guardia civil de Tráfico que murió arrollado por un vehículo cuando interpuso su motocicleta para evitar que golpeara a los participantes en una prueba ciclista el 1 de abril del año pasado.
Reconocimiento para un acto de heroísmo
Petición de colaboración al Parlamento de Asturias
JUCIL ha anunciado además que se dirigirá también a los grupos políticos presentes en el parlamento de Asturias con el ánimo de que esta comunidad autónoma inste a la Administración pública a reconocer a los guardias civiles y a los policías nacionales como una profesión de riesgo. “Hechos como el ocurrido hace un año en una carretera de Asturias, que costó la vida a nuestro compañero, demuestran los importantes riesgos que asumimos los guardias civiles en nuestra tarea de defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos”, ha manifestado por su parte Roberto Estrada, secretario provincial de JUCIL y compañero de muchos servicios con el fallecido Dámaso Guillén.