JUCIL lo reclama, los guardias civiles somos profesión de riesgo y de nuevo en Cádiz los compañeros sufren ataques de los traficantes
La asociación profesional resalta que la pérdida del principio de autoridad facilita una acción cada vez más violenta de las mafias que trafican con tabaco, con droga y con personas en el Estrecho de Gibraltar
Pero lo ocurrido, ahora en San Roque, muestra la violencia, cada vez mayor, con la que actúan estos grupos de delincuentes. El principio de autoridad se ha roto y la acción de los guardias civiles está sometida a un peligro constante y creciente. ¡Sin que nuestra profesión sea reconocida como de riesgo!
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha denunciado desde hace años, y los hechos nos dan la razón, lamentablemente. Un nuevo caso de contrabando ha acabado con un vehículo policial destrozado tras embestir su conductor contra la pareja de guardias civiles que intentaban detenerlo. Los hechos han este jueves , en torno a las seis de la mañana. Las imágenes que nos han remitido nuestros compañeros y que acompañan a este comunicado dan cuenta de la violencia real de estos hechos. Un vehículo a la fuga que provenía de la refinería de CEPSA situada en San Roque y en dirección a Puente Mayorga ha embestido a un vehículo de la Guardia Civil por su parte trasera dándose posteriormente a la fuga el conductor. Esta persona posteriormente se ha tirado al agua en un muelle deportivo cercano al lugar de los hechos. “Ya decíamos que, durante nuestra estancia en Cádiz, por los funerales de nuestros compañeros asesinados el viernes pasado, vimos con nuestros propios ojos el movimiento de planeadoras en varios puntos de la costa gaditana y de Almería” ha manifestado el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño. “Lo ocurrido esta mañana, que afortunadamente no ha tenido consecuencias para los guardias civiles, muestra una vez más cómo es de peligroso este trabajo, sobre todo en el Campo de Gibraltar, y a qué presiones están sometidos nuestros compañeros en esta zona”, ha recordado Vilariño.
Los guardias vieron cómo se descargaban los fardos
“Después de que se localizara a una embarcación que descargaba fardos en un coche, dos agentes, identificados con chalecos, se adelantan a la salida de una curva al principio de una recta con la intención de dar el alto al vehículo. El conductor con la carga no hace caso a las señales para detenerse y se da a la fuga. Al final de esta recta, a más de cien metros el vehículo oficial, en un cruce iluminado y con las luces prioritarias le cierra el paso, pero a pesar de la velocidad, el coche perseguido embiste al vehículo de la Guardia Civil y logra pasar.
Unos cien metros más adelante, el conductor sale y corre en dirección al puerto, pero al ver que no tiene escapatoria, lo intenta arrojándose al agua”, narra un compañero de los dos guardias civiles desde Cádiz. “Lo ocurrido muestra cómo de vacías y falsas han sido las declaraciones de estos últimos días del ministro del Interior Fernando Grande Marlaska, quien aún no ha dimitido pese a su más que evidente fracaso en la lucha contra el tráfico de drogas, de contrabando y de personas por el Estrecho de Gibraltar”, ha afirmado Ernesto Vilariño. “En esta ocasión, afortunadamente, los guardias civiles no han sufrido heridas durante su intervención, pero lo ocurrido expresa cómo ha aumentado la violencia de estas organizaciones mafiosas en sus operaciones. Seguimos reclamando la declaración de actividad peligrosa para el trabajo de los guardias civiles y la consideración de Zona de Especial Singularidad para todo el Campo de Gibraltar”, ha agregado el secretario general de JUCIL