La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) lo ha manifestado en muchas ocasiones, hemos alertado de cómo un destino en las Islas Baleares, sobre todo en Ibiza, se ha convertido en un castigo para los compañeros obligados a desplazarse hasta estos territorios. Pero las autoridades han hecho oídos sordos a nuestros avisos, a nuestras propuestas para incentivar a los guardias civiles a instalarse en este destino, un paraíso para el turismo, pero un infierno para quienes tienen que buscar vivienda, o dónde hay que aguantar un altísimo nivel del coste de la vida. Los datos confirman nuestros peores augurios: La criminalidad aumenta. Nada menos que un 10% más de delitos en el primer trimestre de este año con respecto al ejercicio anterior, y cada vez somos menos guardias civiles para contener esta oleada.

Somos aún menos de los que dice un catálogo que dice que somos pocos

El catálogo de la Guardia Civil al que ha tenido acceso JUCIL señala que en la Comandancia de Baleares debería de haber 1.730 efectivos, pero la realidad indica que existen un total de 445 vacantes. La consecuencia: solamente hay un guardia civil por cada 943 habitantes de Baleares, donde se registra además un importante incremento de población en las tres principales islas: Mallorca, Menorca e Ibiza.

Hace poco más de un mes reclamamos a los Ministerios de Interior y de Hacienda que se incentivara la llegada de guardias civiles recuperando los complementos de productividad que ya se utilizaron para Ibiza en crisis anteriores. No hemos tenido ni siquiera respuesta. Pero seguiremos en la lucha, porque los principales perjudicados de esta situación no somos los guardias civiles, lo son los ciudadanos, cada vez más abandonados en un mundo más inseguro.