La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha solicitado oficialmente la entrega de chalecos antibalas individuales con flotabilidad para las tripulaciones de las embarcaciones del Servicio Marítimo. El asesinato de los guardias civiles David Pérez y Miguel Ángel González en Barbate, el 9 de febrero pasado, pone de manifiesto el aumento de la violencia detectado en las intervenciones que se llevan a cabo en las aguas territoriales.  En un escrito firmado por la vocal del Consejo y secretaria nacional de Riesgos Laborales de JUCIL, Melisa Carmona, dirigido a la Dirección General se indica que “esta asociación profesional mayoritaria de la Guardia Civil ha tenido conocimiento de la gran repercusión mediática que ha tenido el asesinato de los dos compañeros en el puerto de Barbate en la tarde noche del viernes 9 de febrero de 2024”. David Pérez y Miguel Ángel González formaban parte de la tripulación de una pequeña embarcación que esa tarde intentaba identificar a los usuarios de varias narcolanchas fondeadas en el puerto de esta localidad gaditana. Una de las narcolanchas, antes de huir, pasó por encima de la zodiac de los guardias civiles y mató en el acto a dos de ellos y dejó heridos graves a otros dos.

“El personal traslada la falta de medios con los que se cuenta, y entre ellos está la ausencia de chalecos flotadores antibalas para el personal del servicio marítimo, que realiza funciones encaminadas a la lucha contra el narcotráfico”, argumenta Carmona.

Aumento del factor riesgo de agresión

En la evaluación de riesgos laborales que se realiza sobre las diferentes unidades de la Guardia Civil por los órganos de prevención correspondientes se recoge el factor de riesgo de agresión con arma de fuego, siendo la medida preventiva que lleva aparejada el uso del chaleco antibalas. “De sobra es conocido el gran número de casos de atentados contra agentes de la autoridad que los guardias civiles están sufriendo y aún más sonadas son aquellas situaciones en las que se usan armas contra dichos agentes de la Guardia Civil” argumenta el escrito. “De ahí la importancia de usar los chalecos antibalas correctamente acorde al suministro que la Guardia Civil ha hecho de los mismos en las unidades, y acorde a la talla de cada uno. Pero los asociados trasladan que cada vez es más frecuente encontrar armas entre los detenidos por tráfico de drogas” agrega Melisa Carmona. “El servicio marítimo trabaja, como no puede ser de otra manera, tanto en puertos como en mar abierto, por lo que se hace necesario que a la vez que se usa el chaleco balístico para protegerse de una agresión física con armas, se dote de este material que haga a su vez las funciones de chaleco flotador salvavidas” razona la vocal de JUCIL.

La asociación propone en su escrito varias páginas en Internet donde se puede observar cómo es el uso y de qué manera protegen estos chalecos con características duales por flotar y ser, al tiempo, antibalas. Por estos motivos, solicita que se dote a los guardias civiles del Servicio Marítimo con chalecos balísticos de flotación.