La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha presentado una instancia en la que solicita de la Comandancia de Cádiz medidas para evitar que se repitan los sucesos que tuvieron por escenario el cuartel de Barbate, asaltado durante una disputa entre dos clanes rivales, pocos días después del asesinato en el puerto de esta localidad de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha. “Esta ha tenido conocimiento, a través de sus asociados y de los medios de comunicación, de diferentes problemas ocurridos en la provincia de Cádiz, además del asesinato de los dos guardias civiles el viernes 9 de febrero, una semana después tuvieron lugar en el acuartelamiento de Barbate momentos de tensión entre dos clanes, hasta el punto que uno de ellos se resguardó en el acuartelamiento, mientras un grupo de personas exaltadas golpeaban con agresividad la puerta de las dependencias para acceder a su interior. Momentos más tarde tuvo lugar una reyerta con el resultado de tres guardias civiles heridos” narra el escrito dirigido a la Comandancia de Cádiz. “El personal nos traslada la falta de efectivos en la localidad, así como, la existencia de 208 vacantes en la provincia sin cubrir.

Es muy común en los puestos pequeños realizar el servicio de puertas por una sola persona, llevando a cabo además los cometidos relacionados con atención al ciudadano, tales como: Protección del acuartelamiento, incluido el visionado de las cámaras de seguridad instaladas en el perímetro exterior, junto con el control de acceso de personas y vehículos al acuartelamiento; el servicio de atención al ciudadano además de la recepción de denuncias y la recepción de llamadas telefónicas y por radiofonía, indica el escrito que afirma que resulta frecuente “que se lleve a efecto la custodia de detenidos, servicio de seguridad y una primera atención e información al ciudadano  por parte de un único efectivo, pudiendo haber momentos en los que el detenido no está permanentemente vigilado por el efectivo, dado a que puede estar por ejemplo, atendiendo a un ciudadano que haya venido al acuartelamiento” explica la nota de JUCIL.

Peticiones concretas

JUCIL solicita de la Comandancia de Cádiz, por todos los argumentos anteriores “que se den las instrucciones pertinentes para que, ante la escalada de aumentos de atentado contra agentes de la autoridad, y el riesgo de agresión física, “no se encuentre un único guardia civil solo en el acuartelamiento para la atención de la ciudadanía”.

La asociación solicita además que se informe del número de agresiones que han sufrido los efectivos que se encontraban en el acuartelamiento de Barbate, tanto los que se encontraban de servicio como los que estaban francos de servicio.

JUCIL demanda la elaboración de una evaluación de los riesgos psicosociales del puesto de trabajo de un guardia civil que se encuentra solo y lleva a cabo las labores de vigilancia de puertas y atención al ciudadano. También propone que se lleve a cabo una evaluación de los riesgos psicosociales de un efectivo que lleva a cabo los cometidos de seguridad, primera atención al ciudadano y custodia de detenidos “teniendo en cuenta que no es viable prestar atención permanente al detenido se debe de atender a la vez a un ciudadano que requiera información, por ejemplo”.

JUCIL solicita, por último, que en el caso de que se haya llevado a efecto alguna evaluación de riesgos psicosociales, se informe del nivel de titulación del técnico de prevención de riesgos laborales que lo ha llevado a cabo, así como el método seguido y los resultados obtenidos.